El cerebro enamorado
De amor, que hablen los poetas. Por supuesto. Aunque no vamos a negar que los científicos también discuten sobre el amor intentando descifrarlo. Y, a pesar del esfuerzo, hay que reconocer que no tienen ni idea de lo que realmente es. El "qué" no queda claro, pero si saben mucho del "cómo" funciona.
¿Y qué saben?
Saben que el amor reside en el cerebro, no en el corazón.